Los fabricantes denuncian ante el gobierno que las motos importadas que vienen en la modalidad CBU (completamente construidas) vienen en realidad semi-armadas (SKD), y eso es peligroso para el usuario que lo desconoce. Si esto ocurriera con los autos sería un escándalo.

Para ganar espacio en los contenedores los proveedores del exterior después de haber completado la fabricación de las motos, vuelven a desmontar partes de las mismas para reducir espacio y lograr que entre una mayor cantidad de motos en el contenedor. Las partes que se desmontan son críticas, se trata nada menos que la dirección, la rueda delantera, los amortiguadores traseros y en algunos casos el escape.

El ensamble de estos componentes críticos en un procedimiento ajeno al Sistema de Gestión de Calidad obligatorio, constituye una irregularidad grave, que tendría que derivar la suspensión del registro de importador por incumplimiento de la ISO 9001 de su proveedor.

Es inaceptable que el ensamble de la moto se termina realizando en los talleres de los concesionarios, o en los casos que el vehículo sea vendido a una cadena de retail, se terminara ensamblando en un taller a elección del comerciante, haciendo imposible estandarizar los controles de calidad durante y post ensamble de los componentes críticos que completan el moto vehículo. La Aduana no debería aceptar como unidades Completamente Construidas a vehículos que vienen semi-contruidos, porque no existe un certificado de homologación que los respaldó.

Lo peor de todo es que el usuario desconoce que su moto se termino de armar en el comercio o un taller fuera de fábrica y reiteramos que si eso ocurriera con los automóviles sería un escándalo.

Daniel Tigani
Director Ejecutivo de Cimbra, Secretario de Industria de FECOBA